domingo, 8 de mayo de 2016

La historia de la Policía que las televisiones deberían conocer


       Victor Ross, El Ministerio del Tiempo, El Caso... tres series muy cuidadas de Televisión Española que he seguido con desigual interés (mucho por las dos últimas, poco por la primera). Todas tienen algo en común, aparte de la cadena en que la emiten: su falta de rigor en la historia de la Policía en España.

         Hay muchas cosas que puedo perdonar en aras de una mayor comprensibilidad para el público (interrogatorios a dos sospechosos JUNTOS, por ejemplo) o bien por motivos de presupuesto (unos uniformes que no sean totalmente exactos, aunque sí buenas aproximaciones o armas diferentes a las reglamentarias, muy difíciles de encontrar en algunos casos), pero cuando lo que falla es la simple documentación... entonces es que estamos ante un caso de desidia.
         No hago de cagadas mayúsculas como la fracasada serie de "Los 80" que emitió Telecinco allá por 2004. En uno de los seis capítulos que duró salían unos maderos de 1981 vestidos ¡¡de azul y blanco!! El rigor no era el fuerte de aquel programa, ya que hasta la ropa interior que mostraba era a las claras moderna. Aquello era lo que era y por eso se emitió como se emitió.
         Me duelen cosas como que en el Ministerio del Tiempo se llame "detective" al personaje de Hugo Silva, un policía de paisano del año 82. Debería ser "inspector".
         Hablo de cosas como que en Victor Ross o en la mencionada en el párrafo anterior salgan "los chapas" vistiendo uniforme para ceremonias. No existía tal cosa en el "Cuerpo de Vigilancia" ni en el "Cuerpo Superior de Policía".
         Hablo de la denigrante placa que aparece en El Caso —¡tan cuidada en todo lo demás!— con el rótulo "Cuerpo de Policía Nacional"—. ¿Tan pronto hemos olvidado? en 1966 había dos independientes: el "Cuerpo de Policía Armada y de Tráfico" —los famosos grises— y el "Cuerpo General de Policía". No trabajaban juntos. No se regían por las mismas normas. Colaboraban, claro, porque el ámbito de actuación era el mismo, pero nada más.
         ¿Tanto cuesta leer un libro? ¿Consultar la wikipedia? ¿Contratar a un experto, que los hay baratos? Echemos un ojo a la Historia de nuestra Policía:
         La Policía moderna se crea por real orden del rey Fernando VII allá por 1824, como un cuerpo de naturaleza civil que dependía del Ministerio de Gobernación. Se adelantó en veinte años a la Guardia Civil del Duque de Ahumada, cuyo propósito ambivalente era muy distinto en aquella época: "ocupación" militar del territorio nacional ante los conflictos rurales, como las guerras carlistas.
         En 1877, la Policía se dividió en dos cuerpos diferenciados que seguirían estándolo hasta 1986, ciento nueve años después: el de Vigilancia, de paisano, sin uniforme, que hacían labores de investigación, bien preventiva, bien reactiva y técnico-periciales y el de Seguridad, de uniforme y con grados y disciplina militar, aunque de naturaleza civil. Los primeros no vestían jamás de uniforme PORQUE NO LO TENÍAN. Es como si a un maestro de escuela le pusieran uniforme de bombero: está mal, es incorrecto.
         Durante el franquismo, el cuerpo de Vigilancia se convirtió en Cuerpo General de Policía y el de Seguridad en Policía Armada y de Tráfico. Con la militarización de toda la vida española era obvio que ese segundo adquiría una naturaleza marcial de la que carecía hasta entonces. En el 78, tras la muerte del dictador, los nombres cambiaron: Cuerpo Superior de Policía el primero y Policía Nacional el segundo, ya sí, aunque nada que ver con la actual. Solo en 1986 se unificaron por fin, con los lógicos problemas de integración de dos organismos de naturaleza tan diferente —de hecho, la mayoría de jefes de la Policía Nacional se integraron en las Fuerzas Armadas en vez de hacerlo en el nuevo Cuerpo—.

         ¿Cómo es posible que hayamos olvidado nuestra historia en tan pocos años? Estoy seguro que los guionistas y creadores de televisión no han hecho esas búsquedas porque no se les ha ocurrido que pudiera ser de otra manera. Es una pena ese desprecio por nuestra historia. Ojalá cambie en el futuro.